Las dificultades de padecer déficit de atención en la vida adulta

Las dificultades de padecer déficit de atención en la vida adulta

En qué consiste el déficit de atención

"Los síntomas más frecuentes, además de la desatención y los olvidos, son los correspondientes a la disfunción ejecutiva: fallas en la organización y planificación de tareas que llevan a la procrastinación y falta de cumplimiento de las mismas con las consecuencias que ello trae sobre la familia, actividades académicas o laborales", explica Romalde.

Además, según la especialista, "las personas con TDAH tienen aumentado el riesgo de presentar otros trastornos psiquiátricos asociados tales como depresión, ansiedad y trastornos adictivos", pero el principal problema se ve en la secuencia sistemática de fracasos.

"Las personas con TDAH son capaces e inteligentes pero no logran resultados y esto afecta en forma importante su autoestima", dice la especialista, pero advierte que antes de aventurar un diagnóstico "es fundamental una evaluación interdisciplinaria de psiquiatras, neuropsicólogos, psicólogos, terapistas ocupacionales y neurólogos".

Qué es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad

La medicación no es la única salida

Es habitual que cuando un paciente presenta déficit de atención se recurra a medicación. Sin embargo hay opciones a tener en cuenta.

"Es necesaria la participación de los familiares a la hora de pesquisar síntomas compatibles con TDAH. El tratamiento es interdisciplinario, en grupo o en forma individual. La modalidad va a depender de los objetivos que el paciente desea alcanzar y eso se postula en conjunto con la familia y los terapeutas", dice la doctora.

"El tratamiento farmacológico se reserva para casos y momentos puntuales de la vida, siempre poniendo en la balanza riesgos y beneficios de esa intervención. El metilfenidato y la atomoxetina son fármacos aprobados y seguros siempre y cuando los administre un médico especialista", explica la especialista, sin embargo no es el único camino.

"En mi caso hice una terapia cognitivo conductual que consistió en una primera etapa en psicoeducación. Fue muy interesante porque pude reconocerme; después pasé a la adquisición de técnicas para poder lidiar con los síntomas", dice Martín y aclara que: "La medicación es solo una parte del tratamiento, porque lo más importante y fundamental son las técnicas, aprender a planificar y conocer mejor las capacidades de uno, plantear metas que se puedan cumplir para no frustrarse".
Romper etiquetas

"Me parece importante que quienes no tienen déficit de atención e interactúan con quienes sí lo tenemos no tengan prejuicios, porque a veces se genera la traslación de que porque perdés cosas no sos una persona confiable para trabajar, y no es así", dice.

Para él afecta mucho "el etiquetado y el desconocimiento", y asegura que "las personas con su diagnostico pueden tener un montón de habilidad laborales, sociales y creativas que quizás quedan opacadas por el mote de ser despistadas".

FUENTE: lanacion.com.ar