Las propiedades del agua de mar: ¿beberla hace bien a la salud?

Las propiedades del agua de mar: ¿beberla hace bien a la salud?

Que darse baños de mar es bueno para la salud, ya se sabe. Así como también que los baños termales benefician el organismo y son especialmente recomendados para el alivio de determinadas patologías reumatológicas. Pero que beber el agua del mar puede mejorar la salud, facilitando inclusive la pérdida de peso, es una novedad absoluta, a pesar de que el estudio de las propiedades curativas del agua de los océanos ya había quitado el sueño a decenas de científicos desde tiempos inmemoriales.

Quienes profundizaron en el tema fueron las médicas María Alejandra Rodríguez Zía y María Teresa Ilari Valentí, y el licenciado Mariano Arnal, autores del libro El agua de mar, de Fundación Aquamaris. En esta obra, los especialistas explicaron por qué el agua del mar es uno de líquidos más completos del planeta, cómo se debe beber para lograr los efectos curativos y, por último, todas las afecciones que pueden ser tratadas con esta bebida: desde obesidad hasta hipertensión, pasando por gastritis, hemorroides, estreñimiento, asma, resfríos, acné, psoriasis, artrosis, fibromialgia y osteoporosis.

Se conoce del uso de agua de mar con fines medicinales desde tiempos remotos. Ya Hipócrates, padre de la medicina, describió su uso por vía externa en afecciones de la piel, y tratamiento del dolor. Luego, Avicena, Celso y Galeno explicaron las virtudes terapéuticas del mar y lo recomendaron para recuperar la salud perdida.

Desde obesidad hasta hipertensión, pasando por gastritis, hemorroides, estreñimiento, asma, resfríos, acné, psoriasis, artrosis, fibromialgia y osteoporosis pueden tratarse con agua de mar
En el siglo XVI, el rey de Francia, Enrique III, recibió tratamientos marinos por consejo de su médico, que consideró los efectos benéficos de los baños marinos como "fortificantes, astringentes, antipiógenos", entre otros. El primer libro sobre talasoterapia fue escrito en Oxford por el doctor Richard Russell en 1753, titulado El uso de agua de mar en las enfermedades de las glándulas. En él describe cómo las personas -y en especial los niños- que habitaban en los pueblos costeros tenían en general mejor salud que los del interior. Por eso recomendó los baños de mar e incluso la ingesta de agua marina, difundiéndose su uso en Gran Bretaña, Francia, Holanda y Alemania.

En 1896, René Quinton realizó los primeros experimentos del uso del agua de mar en perros, y en 1897 se aplicó por vía intravenosa y bajo supervisión hospitalaria a un enfermo terminal, que se recuperó totalmente. Quinton demostró en la práctica el poder curativo del agua de mar y salvó miles de vidas al administrársela a pacientes graves en los dispensarios marinos. Actualmente en algunos países como España, y cada vez más países de hispanoamérica, se propuso el uso culinario de agua de mar como complemento nutricional. En otros países como Japón, se desarrollaron múltiples emprendimientos en torno al agua de mar: entre ellos, su utilización en tratamientos médicos y como excipiente para la fabricación de productos farmacéuticos.

FUENTE: Infobae